Es el que provee al individuo la cantidad y calidad de nutrientes que requiere, en una proporción adecuada a su edad, sexo, estado de salud y actividad diaria.

Las siglas IMC se corresponden con Índice de Masa Corporal, que es una medida de asociación entre el peso y la talla de un individuo que sirve para estimar la grasa corporal. Aunque existen otros métodos para calcular el exceso de peso, éste es actualmente el más conocido, y es un buen indicador para guiarnos sobre nuestra situación y ayudarnos a adoptar las medidas más adecuadas para nuestro caso concreto. Una persona con un IMC entre 18,5 y 24,9 kg/m2 está en lo que se llama normopeso; entre 25 y 26,9 kg/m2 hablamos de sobrepeso en grado I; de 27 a 29,9 kg/m2, sobrepeso en grado II; de 30 a 34,9 kg/m2 es la franja de obesidad I; de 35 a 39,9 kg/m2 sería obesidad II, y a partir de un IMC de 40 kg/m2 hablaríamos de obesidad mórbida.

Todas las dietas milagro están contraindicadas debido a que se basan en la supresión de determinados grupos fundamentales de alimentos. Se suelen ver resultados a corto plazo pero los efectos secundarios asociados a ellas pueden ser muy perjudiciales para su salud. Además, cuenta con la segura recuperación del peso perdido y en muchos casos con un aumento del mismo. Nunca sigas una dieta porque le ha ido bien a tu vecina o porque lo has visto en la ’tele’. Si quieres adelgazar y necesitas ayuda, consulta a un profesional sanitario cualificado para ello.

Se dividen en dos grandes grupos: macronutrientes y micronutrientes. Los macronutrientes son los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Los micronutrientes son las vitaminas y los minerales.

Son compuestos químicos formados por carbono, hidrógeno y oxígeno. Están presentes en cereales, vegetales, legumbres, frutas, azúcar y bebidas. Algunos se digieren totalmente y otros son parcial o totalmente indigeribles por el hombre. Son los que constituyen la fibra dietaria.

Son la principal fuente de energía. Al digerirse se dividen hasta llegar a glucosa, que es un nutriente indispensable para el crecimiento y la salud. La fibra tiene funciones particulares. Por la masticación que requiere, contribuye a disminuir la formación de placa bacteriana dental. Además, aumenta la sensación de saciedad, reduce la absorción de colesterol y previene la constipación.

Son compuestos químicos formados por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Al digerirse se dividen en aminoácidos. Están en casi todos los alimentos: lácteos, carnes, huevos, legumbres y en muy baja cantidad en vegetales y frutas

Para formar tejidos, sangre, órganos, etc. Las células que forman nuestros tejidos y órganos se reponen constantemente y los aminoácidos son los que constituyen las nuevas células.

Las vitaminas más importantes en la nutrición humana son: A, D, E, K, complejo B (B1, B2, B3, B5, B6, B12), ácido fólico y C. Las encontramos en casi todos los alimentos: lácteos, huevos, carnes, vegetales, frutas y aceites.

Los minerales fundamentales en la nutrición del hombre son: hierro, calcio, sodio, potasio, magnesio, yodo, selenio y cinc. Los obtenemos de los lácteos, las carnes, los vegetales y las frutas.

Cada uno tiene una o varias funciones específicas en el organismo. Algunas de ellas son: mantenimiento de la vista y la piel (vitamina A), mantenimiento de huesos y dientes (vitamina D y calcio); formación de glóbulos rojos (hierro, ácido fólico, vitamina B12); aumento de la resistencia a infecciones (vitaminas A y C); regulación de los líquidos corporales (sodio y potasio); actividad muscular (calcio y magnesio).

Mantener un peso adecuado no es sólo una cuestión estética. El sobrepeso y la obesidad están asociados a muchas patologías o problemas, ya sean de tipo físico (diabetes, dislipemias, hipertensión arterial), psíquico (pérdida de autoestima, depresión, ansiedad), social (rechazo al obeso, discriminación laboral) o económico (aumento del gasto sanitario).

Aportan gran cantidad de energía, forman parte de membranas celulares, intervienen en la absorción de vitaminas y en la producción de hormonas y regulan el metabolismo del colesterol. Las grasas saturadas y las grasas trans tienden a aumentar la concentración de colesterol en sangre mientras que las poliinsaturadas la disminuyen.

Son compuestos químicos formados también por carbono, hidrógeno y oxígeno pero en proporciones diferentes a las de los hidratos de carbono. Se clasifican en saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas. Las saturadas se encuentran en los alimentos de origen animal: lácteos, carnes y huevos. Las mono y poliinsaturadas están en los aceites, aceitunas, frutas secas y paltas. Un particular tipo de grasa son las trans que fueron creadas por la industria. Están en casi todos los productos industriales en forma de aceite vegetal hidrogenado.