Inclusión de alimentos de origen animal
Debido al crecimiento y desarrollo rápido durante los primeros 2 años de vida, las necesidades de nutrientes por unidad de peso de los niños(as) son muy altas. La leche materna puede contribuir sustancialmente al consumo de nutrientes entre 6 y 24 meses, sobretodo en proteínas y vitaminas. Sin embargo, su aporte es relativamente bajo en algunos minerales como el hierro y el zinc aun teniendo en cuenta su biodisponibilidad.
A partir de los seis meses el niño(a) debe consumir carnes, aves, pescado, vísceras, sangrecita, huevo, queso y/o yogurt, de esta manera nos aseguramos el aporte de los nutrientes claves: hierro, zinc, vitamina A y algunas vitaminas del complejo B. A partir de los seis meses de edad las necesidades de hierro así como del zinc y vitaminas del complejo B, como la vit B12 deben ser cubiertas con la alimentación complementaria, porque a los seis meses de edad se produce un balance negativo especialmente del hierro por lo que es importante consumir alimentos de origen animal.22
EI zinc es importante para el crecimiento y desarrollo normal, favorece la cicatrización de heridas y aumenta la inmunidad natural contra infecciones.37 Las mejores fuentes del zinc, por su contenido y alta biodisponibilidad, son las carnes, hígado, huevos y mariscos.
Es necesario asegurar el aporte de la vitamina A en la alimentación del niño(a), porque además de participar en su crecimiento y desarrollo, mantiene la integridad de las células epiteliales de la mucosa de la boca, de los ojos, y del aparato digestivo y respiratorio; los que tienen deficiencia están en mayor riesgo de tener infecciones, especialmente episodios de diarrea y sarampión más frecuentes y severos, así como, anemia por deficiencia de hierro y retardo del crecimiento. Los alimentos de origen animal fuentes de vitamina A son el hígado y carnes.
El calcio es un mineral, que participa en la construcción de los huesos, así como para la salud dental, para un adecuado aporte de calcio es necesario incluir leche y/o productos lácteos en la comida de la niña o niño, además de continuar con la leche materna.
El huevo y el pescado son muy buenos alimentos para la niña o niño y no deben ser restringidos, salvo temporalmente en el caso de una fuerte historia familiar de alergia.22
Inclusión de frutas y verduras
En la alimentación de la niña o niño se debe incluir diariamente frutas y verduras, que nos van aportar micronutrientes. Es importante que tengan la oportunidad de probar distintos colores de frutas y verduras y que estos alimentos también sean consumidos con regularidad por la madre o persona cuidadora de la niña(o).38
Incluir, especialmente, alimentos ricos en vitamina A, las frutas (papaya, mango, plátano de la isla), y verduras de colores oscuros, naranja o amarillo (zapallo, zanahoria), aceite de palma u otros alimentos fortificados con vitamina A. También incluir alimentos ricos en vitamina C, su consumo favorece el mantenimiento de los huesos y cartílagos, así como refuerza las defensas orgánicas, sobretodo de las vías respiratorias altas, entre ellas tenemos a las frutas (naranja, aguaje, camu camu, maracuya, papaya), a las verduras y a la papa, estos alimentos deben ser agregados a las preparaciones del niño para reforzar la absorción de hierro; agregar también alimentos que contengan folatos, como las legumbres, verduras de hojas verde.39
Adecuado consumo de grasas
Las grasas provenientes de la alimentación infantil deben proporcionar entre el 30% a 45% de la energía total28, en niveles similares a los que se encuentran en la leche materna, esto va garantizar tener una ingesta adecuada de ácidos grasos esenciales, buena ingesta energética y una absorción de vitaminas liposolubles.40
Si en la alimentación de la niña o niño no se incluyen alimentos de origen animal en forma regular, se va necesitar una cantidad de grasas o aceite adicionales (10 a 20 g de grasa) a menos que se administren alimentos ricos en grasa (como comidas hechas a base de nueces u otra oleaginosa). Si se utiliza alimentos de origen animal en la dieta diaria del niño, es posible que solo requiera hasta 5 g de grasas o aceites adicionales.
La madre debe vigilar que no exista una ingesta excesiva de grasas porque puede incrementar la obesidad infantil y enfermedades cardiovasculares en el futuro.22
22Martinez-Costa, C., et al., Effects of refrigeration on the bactericidal activity of human milk: a preliminary study. J Pediatr Gastroenterol Nutr, 2007. 45(2): p. 275-7.
28Spyrides MH, S.C., Barbosa MT, Kac G., Effect of predominant breastfeeding duration on infant growth: a prospective study using nonlinear mixed effect models. J Pediatr (Rio J). , 2008. 84(3): p. 237-43.
37Black, M.M., Micronutrient deficiencies and cognitive functioning. J Nutr, 2003. 133(11 Suppl 2): p. 3927S-3931S.
38Forestell, C.A. and J.A. Mennella, Early determinants of fruit and vegetable acceptance. Pediatrics, 2007. 120(6): p. 1247-54.
39Dewey, K.G. and K.H. Brown, Update on technical issues concerning complementary feeding of young children in developing countries and implications for intervention programs. Food Nutr Bull, 2003. 24(1): p. 5-28.
40Monte, C.M. and E.R. Giugliani, [Recommendations for the complementary feeding of the breastfed child]. J Pediatr (Rio J), 2004. 80(5 Suppl): p. S131-41.